¿Me creerías si te digo que mi primer eBook lo realicé en 3 días?.
Y que mi segundo eBook tardó ¡¿casi 2 años en estar listo?!!
Dedica tiempo a explorar el trabajo de otros creadores. Leer libros de cocina clásicos o modernos, hojear revistas gastronómicas y visitar blogs especializados puede darte ideas frescas sobre temáticas, estilos y enfoques para tu libro de recetas. Piensa en las historias detrás de las recetas, las fotografías que acompañan los platos y cómo otros autores se conectan emocionalmente con sus lectores. Por ejemplo, si te apasiona la cocina venezolana, busca libros que exploren ingredientes locales o recetas tradicionales y reflexiona sobre cómo podrías incorporar algo único o personal en tu recetario.
Empieza con una lluvia de ideas. Escribe todas las recetas que te encantaría compartir, ya sean familiares, creaciones originales o versiones mejoradas de platos conocidos. Luego, organiza esa lista en categorías: desayunos, almuerzos, cenas, postres, etc. Esto no solo te permitirá visualizar el contenido completo, sino que también será un excelente punto de partida para dividir el trabajo en tareas más pequeñas y manejables. Incluso podrías asignar fechas específicas para probar, fotografiar y escribir cada receta.
Para emprender un proyecto como este vas a requerir tiempo, y para ello tendrás necesariamente que renunciar a ciertas cosas que haces actualmente. Debes entender que no puedes hacer esto sin sacrificar algo, bien sea horas de sueño, pasar tiempo con tu familia, dejar de lado las redes sociales, o invertir en un equipo profesional que te ayude. Escoge sabiamente y ten presente que se trata de un proyecto acotado en el tiempo. Piensa que, una vez culminado, podrás recuperar tus actividades actuales y sentirás una enorme satisfacción por haberlo concluido.
Probar tus recetas es una parte esencial del proceso. Pide a tus amigos, familiares o incluso seguidores en redes sociales que las prueben y compartan sus opiniones. Este feedback puede ayudarte a ajustar proporciones, mejorar instrucciones o incluso añadir detalles que no habías considerado. Además, involucrar a otros crea una conexión especial entre tú y tu audiencia.
Un objetivo sin una fecha límite es solo un sueño. Al establecer un plazo concreto, creas una sensación de urgencia. Comparte tu meta con tus amigos, familiares o seguidores en redes sociales. Por ejemplo, podrías publicar algo como: “Estoy trabajando en un libro de recetas que estará listo en tres meses. ¡Espero que lo disfruten tanto como yo!” Este anuncio te mantendrá motivada y te hará más responsable, ya que sabes que otros están pendientes de tu progreso.
El primero fue hecho con una motivación que parecía un cohete, las recetas estaban listas (así como las fotos) porque formaban parte de las recetas más populares de El Gato Goloso. No recuerdo haber dormido ni comido durante esos días (seguramente lo hice pero no lo recuerdo), sentía como una especie de fiebre que me mantenía pegada al monitor y solo quería verlo terminado y listo para compartir, y así fue.
Para mi segundo eBook "Las Mejores Recetas De Los Lectores" decidí hacer algo más ambicioso: cerca de 30 recetas, no de mi autoría, sino de los seguidores del blog. Las recetas había que probarlas, revisarlas, comprar los ingredientes, fotografiarlas, también tuve que diseñar el eBook, corregirlo, publicarlo… y todo durante los años negros de la escasez y la hiperinflación ¿te acuerdas cuando no había pan en las panaderías, ni harina, ni productos básicos?. No pude escoger un peor momento, pero la verdad es que nunca es buen momento si te tomas el tiempo de analizarlo mucho.
Para mi fue un verdadero reto, no contaba con experiencia en diseño editorial, ni en diseño gráfico, ni en plataformas digitales para compartirlo. Trabajaba sola y con recursos mínimos, pero se hizo, y miento si digo que no lloré cuando leí las respuestas de los que participaron conmigo en ese invento loco. (aquí puedes ver el post original).
Pocos meses después me llamaron para trabajar no en uno, sino dos proyectos de libros físicos, otros proyectos de eBooks también surgieron para algunos emprendedores y empresas reconocidas, y es que las cosas no suceden por casualidad, ni suerte, ni porque nacimos con un don, suceden porque uno se prepara desde un inicio para estar listos cuando la oportunidad aparezca. Yo creo ciegamente en eso.
Hoy por hoy ya no hago eBooks de 3 días, ni tampoco de 2 años, tampoco trabajo sola, lo que sí he aprendido es que el manejo del tiempo es fundamental, organizar nuestro espacio de trabajo, crear una guía visual de referencia, tener un sistema para probar, corregir y documentar las recetas. Lidiar con el perfeccionismo y también con el síndrome del impostor.
Son muchas cosas, pero hoy solo deseo dejar estos 10 consejos para manejar el tiempo y crear un recetario de cocina para ti, que deseas emprender un proyecto tan gratificante (y a veces complicado) como este:
Dedica tiempo a explorar el trabajo de otros creadores. Leer libros de cocina clásicos o modernos, hojear revistas gastronómicas y visitar blogs especializados puede darte ideas frescas sobre temáticas, estilos y enfoques para tu libro de recetas. Piensa en las historias detrás de las recetas, las fotografías que acompañan los platos y cómo otros autores se conectan emocionalmente con sus lectores. Por ejemplo, si te apasiona la cocina venezolana, busca libros que exploren ingredientes locales o recetas tradicionales y reflexiona sobre cómo podrías incorporar algo único o personal en tu recetario.
Yo amo coleccionar revistas, libros físicos y digitales y catálogos hermosos (como los de Williams Sonoma). Me gustan con fotos grandes y bien cuidadas, explicaciones detalladas y notas personales de los autores.
2. Haz una lista de las recetas que quieres incluir en tu recetario.
Empieza con una lluvia de ideas. Escribe todas las recetas que te encantaría compartir, ya sean familiares, creaciones originales o versiones mejoradas de platos conocidos. Luego, organiza esa lista en categorías: desayunos, almuerzos, cenas, postres, etc. Esto no solo te permitirá visualizar el contenido completo, sino que también será un excelente punto de partida para dividir el trabajo en tareas más pequeñas y manejables. Incluso podrías asignar fechas específicas para probar, fotografiar y escribir cada receta.
Piensa quienes serán los lectores de tu recetario: ¿es un recetario familiar para ofrecer a tus hijos? ¿Un ebook para vender en una temporada específica como Navidad?¿Quizás eres nutricionista y deseas ofrecer recetas saludables para mantener un estilo de vida sano?..El cielo es el límite. Solo te aconsejo, si es el primer recetario que haces, que escribas sobre aquello que conoces y que te sea familiar. Algo que te guste cocinar.
3. Establece un horario de trabajo.
Para emprender un proyecto como este vas a requerir tiempo, y para ello tendrás necesariamente que renunciar a ciertas cosas que haces actualmente. Debes entender que no puedes hacer esto sin sacrificar algo, bien sea horas de sueño, pasar tiempo con tu familia, dejar de lado las redes sociales, o invertir en un equipo profesional que te ayude. Escoge sabiamente y ten presente que se trata de un proyecto acotado en el tiempo. Piensa que, una vez culminado, podrás recuperar tus actividades actuales y sentirás una enorme satisfacción por haberlo concluido.
Para avanzar en tu recetario, dedica un tiempo específico cada día o semana exclusivamente a este proyecto. Podría ser una hora por la mañana antes de que todos se levanten o una tarde tranquila de fin de semana. Lo importante es que sea un horario fijo y lo trates como una cita inamovible. Divide ese tiempo entre diferentes tareas: escribir, cocinar, fotografiar, o editar.
4. Hazle saber a tu familia que este proyecto es importante para ti
Tener el apoyo de tu entorno es crucial. Explícales por qué este recetario significa tanto para ti y cómo pueden ayudarte a lograrlo. Por ejemplo, pídeles que se encarguen de ciertas tareas del hogar durante tu horario de trabajo o que eviten interrumpirte cuando estés en plena creación.
Hazlos sentir parte del proyecto; tal vez incluso puedan ayudarte probando recetas, sugiriendo ideas, lavando platos o como asistentes de fotografía.
5. Organiza el espacio de trabajo.
Crea un sistema de organización: coloca los ingredientes por categorías (especias, harinas, aceites), ten un área limpia para preparar los alimentos y guarda todo lo que uses de inmediato para evitar el desorden. Si tienes todo bajo control, ahorrarás tiempo y te sentirás menos abrumada. Haz un mise en place para cada receta antes de comenzar a cocinar. Asegúrate de tener todos los ingredientes y utensilios necesarios a la mano.
6. Evalúa tus recetas compartiendo con otras personas para obtener feedback.
Probar tus recetas es una parte esencial del proceso. Pide a tus amigos, familiares o incluso seguidores en redes sociales que las prueben y compartan sus opiniones. Este feedback puede ayudarte a ajustar proporciones, mejorar instrucciones o incluso añadir detalles que no habías considerado. Además, involucrar a otros crea una conexión especial entre tú y tu audiencia.
Yo diseñé hace poco un formato para evaluación de recetas, lo utilizo para mí y para mis "probadores oficiales", es una guía muy útil para llevar un orden y para recibir el feedback preciso de lo que debemos mejorar. Puedes descargarla gratis aquí usando el código RECETARIO
7. Prepara y estiliza tus platos para las fotos
Las fotografías son una parte esencial de cualquier recetario, ya que son lo primero que conecta con el lector. Para que tus recetas luzcan irresistibles, dedica tiempo a estilizar los platos antes de fotografiarlos. Usa ingredientes frescos y colores vibrantes que den vida a tus preparaciones, y asegúrate de limpiar los bordes del plato para eliminar salpicaduras o manchas. Prepara porciones pequeñas para que se vean manejables y estéticas en cámara.
La iluminación también es clave: aprovecha la luz natural cerca de una ventana para obtener resultados más claros y profesionales, y opta por un fondo sencillo que destaque el plato. No necesitas un equipo costoso para comenzar; incluso un teléfono con una buena cámara puede ser tu mejor herramienta si experimentas con ángulos y luz adecuados. Con estos detalles, tus recetas no solo se leerán deliciosas, sino que también se verán espectaculares.
Igualmente, cuando pienses en hacer fotos para tus platillos, ten fotos referenciales o un Mood Board preparado con antelación, escoge de antemano los accesorios, fondos, iluminación y cámara (con batería cargada) para optimizar el tiempo. Aquí puedes ver una clase del curso Recetarios Deliciosos donde explico cómo lo hago:
Si necesitas ayuda con tus fotos considera hacer mis cursos sobre Fotografía de Alimentos con Smartphone o Iluminación Artificial Fácil que te ayudarán a organizar tus sesiones de fotos y a optimizar el tiempo y definir un estilo para que haya coherencia en todo el recetario.
8. Anota todo y utiliza un programa de edición de texto.
Lleva un registro claro de cada receta, incluyendo ingredientes, cantidades, pasos detallados, y notas personales como ajustes o sugerencias de presentación (todo esto lo puedes hacer en la Ficha de Evaluación de Receta que comenté en el punto 6). Luego, transfiere esta información a un programa de edición como Google Docs o Word para darle un formato limpio y ordenado. Esto facilitará la revisión, corrección y diseño del libro más adelante. Mantén copias de seguridad para evitar pérdidas de información.
Recuerda igualmente mantener la terminología, los tiempos verbales y el tono en todas las recetas. Si existen subprocesos que se repiten en más de una receta (como, por ejemplo, explicar cómo hacer una masa quebrada en un libro de postres) simplemente copia y pega en la nueva receta el subproceso para mantener la coherencia en el recetario.
9. Define una fecha límite para culminar y haz que todo el mundo se entere.
Un objetivo sin una fecha límite es solo un sueño. Al establecer un plazo concreto, creas una sensación de urgencia. Comparte tu meta con tus amigos, familiares o seguidores en redes sociales. Por ejemplo, podrías publicar algo como: “Estoy trabajando en un libro de recetas que estará listo en tres meses. ¡Espero que lo disfruten tanto como yo!” Este anuncio te mantendrá motivada y te hará más responsable, ya que sabes que otros están pendientes de tu progreso.
Créeme que no siempre estarás motivada, y al tratarse de un proyecto personal solemos ser menos constantes y menos responsables (¿por qué tenemos que ser así?😩), así que busca mecanismos que te hagan comprometerte, si eres responsables con otros (como yo) ofrecer una fecha de lanzamiento y anunciarlo al mundo te será de mucha ayuda, lo cual me lleva al siguiente consejo.
10. Descansa cuando te sientas agotada.
Escribir un libro de recetas puede ser un proyecto emocionante, pero también agotador. Escucha a tu cuerpo y respétalo. Si te sientes cansada, tómate un descanso. Esto puede ser tan simple como salir a caminar, leer un libro o meditar unos minutos. Mantenerte renovada físicamente y mentalmente te permitirá disfrutar del proceso sin llegar al temido burnout (me ha pasado y creeme que no quieres llegar ahí).
Finalmente, mi último consejo cuando crees que no puedes más con semejante carga (una carga que tu misma te has impuesto) es dar pequeños pasos, no importa cuan pequeños sean, siempre es mejor que no hacer nada.
En ocaciones me he sentido tan abrumada y cansada que me ha resultado imposible continuar. Una vez me ocurrió que no podía redactar en limpio una receta que resultó muy compleja, con varias preparaciones y procesos distintos (típicas de los postres franceses). Había estado procrastinando por días buscando excusas para no sentarme a escribir, se me hacia muy agotador solo pensar en cómo organizar aquello, era como estar parada en la Cota Mil mirando cómo llegar al pico oriental y pensar "no creo que pueda con esto😓" hasta que hice un trato conmigo misma, me dije:
—Quízas redactar una receta tan larga y compleja no puedas hacerla en una sesión, pero ¿podrías dedicarte hoy a escribir solo la lista de ingredientes?.
—¿La lista de ingredientes? sí, es algo fácil puedo redactar—le respondí a mi voz interior (ahora nos hemos vuelto buenas amigas, pero es tema de otro post).
Una vez redacté la lista de ingredientes, lo siguiente que supe es que la receta estaba terminada, de un tirón completé el texto y me di cuenta que solo necesitaba enfocarme en un pequeño paso para poder avanzar, en vez de intentar imaginarme cómo sería de agotador "llegar al pico Oriental".
Hacer un recetario se parece en cierta medida a elaborar una tesis: algo que requiere de tiempo, esfuerzo mental y mucha motivación. Y, tal como una tesis, una vez culminamos sentimos que todo el esfuerzo, el tiempo, los errores cometidos, los platos sucios, las noches largas de tanto trabajar, han valido la pena, porque al final podremos mostrar orgullosas nuestro bello libro al mundo, dejar una huella y hacer mejor la vida de aquellos que reciban semejante regalo.
Este es un ejemplo de recetario que hice para el curso, puedes descargarlo gratis aquí con el código RECETARIO
Gracias por leer hasta aquí, si te interesa aprender a realizar tus propios eBooks de recetas te invito a revisar la información de mi curso Recetarios Deliciosos, donde aprenderás de manera sencilla a crear tu primer libro de recetas digital. Pincha aquí para ver la información o responde a este correo si tienes dudas.
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