La palabra prop proviene del inglés theatrical properties, se refiere a toda la utilería o atrezzo utilizada en el teatro para recrear las escenas. Su uso se hace extensivo a los sets de televisión y cine. También se ha extendido a la fotografía y particularmente a la de alimentos, ya que la fotografía de alimentos no es más que un montaje, una escena construida y una forma de naturaleza muerta o still life (existen otras formas de fotografía de alimentos, como la fotografía documental, pero no viene al caso el día de hoy).

En fotografía de alimentos me gusta definir los props como todo aquello que rodea al protagonista de una imagen: platos, cubiertos, telas, flores, bandejas, fondos e incluso ingredientes que estén relacionados con la comida y que sirvan para dar contexto, profundidad y contar una historia. 

Es importante tener en cuenta que los props no deben robar la atención del protagonista, los props sirven para resaltarlo, para crear un mood y producir un respuesta en el observador, podría ser un sentimiento de remembranza al recordar los sabores de la infancia o de la tierra  materna, una sensación de hambre y ganas de comer aquello que se muestra o una invitación a reproducir una receta, etc. así que cuidado con la selección y el uso de los props ya que su escogencia puede cambiar diametralmente el sentido de la imagen.

El mármol es uno de mis fondos favoritos

Por ejemplo, una taza de café, sobre una mesa de mármol y acompañada de pastelería francesa transmitirá una sensación completamente diferente a la de una taza de café en vajilla de peltre sobre un fondo de madera rugosa y gastada acompañada de bizcochos caseros. Una escena lucirá sofistica, urbana y elegante mientras que la otra lucirá casera, campestre y más accesible. Así que mas allá de seleccionar piezas al azar sin mucho cuidado, se trata de seleccionar los objetos correctos para transmitir el mensaje adecuado a quien observa la foto. 

Algo que considero fundamental para definir el estilo o mood de la fotografía es el fondo. El fondo o, como se conoce normalmente, backdrop, definirá si la foto resultante es cálida y colorida u obscura y misteriosa, el fondo puede dar indicaciones de dónde y cuándo se desarrolla la historia y contribuye a generar esa conexión que siempre deseamos establecer con el observador.

En cuanto a la selección de superficies siempre es bueno contar con suficientes opciones para escoger la más adecuada dependiendo del resultado final que se desea obtener, particularmente me gustan los fondos que no distraen del protagonista, de colores neutros y con texturas que agregan profundidad e interés sin distraer mucho. 

En cuanto a los materiales utilizados la variedad es infinita, yo poseo una buena cantidad de ellos y me divierto elaborando, adquiriendo y escogiendo fondos nuevos cada vez que tengo sesiones de fotos con clientes o en el gato goloso, es bueno tener una buena cantidad para escoger y que se relacionen entre sí de manera armónica para desarrollar un estilo propio y que contribuyan a crear un trabajo uniforme. 

A continuación dejo una lista de los más comunes, pero como dije anteriormente, el cielo es el límite cuando se refiere a los fondos para fotografía.

Fondos de colores lisos 

Chocolate sringels. Photo by Erlian Zakia from Pexels

Lobster. Photo by Toa Heftiba Şinca from Pexels

Son los más económicos y fáciles de conseguir, se trata de utilizar cartulinas unicolor que pueden sujetarse con washi tape o pinzas para papel y crean fotografías muy estilizadas, limpias y minimalistas, en este caso el color es lo que resaltará la escena, bien sea por contraste de colores o por su analogía con los alimentos (o artículos ) utilizados. La variedad de colores puede ir desde los más osados y brillantes hasta los pasteles mas sutiles, no hay límites en cuanto su escogencia y también funcionan muy bien con fotografía de producto como ropa, cosméticos, papelería, etc. Personalmente me gustan para crear fotos minimalistas, ordenadas, simples y elegantes. 

Fondos pintados DIY

Este fondo lo pinté yo misma, es uno de mis favoritos

Los fondos pintados pueden ser de lona o madera fina pintadas. Yo utilizo laminas de 60x80 cm de madera de chapa (un tipo de madera muy fina, 3mm aproximadamente de espesor) . Son fáciles de transportar, no ocupan mucho espacio, son ligeros y la variedad es prácticamente infinita. Me gusta pintarlos con colores neutros (azules, grises o blancos) combinando varias tonalidades semejantes y procurando que no sean tonos muy contrastados porque pueden fácilmente distraer la atención dependiendo del tamaño de las manchas. Tambien me gusta utilizar pasta para frisar paredes, combinada con pintura, les aporta un nivel más de textura y el resultado siempre sorprende. En el curso de fotografía de alimentos cada participante pinta su fondo y resulta una actividad divertida y muy satisfactoria con resultados que siempre me dejan gratamente sorprendida. 

Las mejores pinturas para hacer fondos para fotografía DIY son las pinturas en frio, acrílicas, caucho o cualquier otra preferiblemente mate, de secado rápido y de bajo olor. Luego pueden cubrirse con un barniz en spray para protegerlos (aunque personalmente no lo uso). 

La ventaja de estos fondos es que son versátiles, únicos y lo mejor: si no te gusta cómo ha quedado siempre puedes pintarlo de nuevo; la desventaja es que se debe tener cuidado de no derramar líquidos sobre ellos (en especial aceite) ya que la madera los absorbe y tienden a mancharse, no son de fácil limpieza. 

Fondos sin fin de lona, cartulina o vinil 

El uso del sin fin elimina la separación entre el fondo y la base

Los fondos elaborados con estos materiales resultan muy apropiados para usarlos como sin fin ya que son flexibles. La ventaja del sin fin es que desaparece la separación entre la pared y el piso formando una curva suave que hace ver las fotos un tanto más sofisticadas, arregladas y limpias. Incluso más profesionales.

Lo mejor para hacer sin fin es utilizar lona, cartulina o vinil de colores lisos o con alguna textura que no recuerde a ningún material que sea duro como la madera, piedra, mármol o metal, no existen en forma curva en la naturaleza y aunque se pueden reproducir imprimiéndolos en vinil, resulta extraño encontrarse con un material de ese tipo haciendo una curva, así que cuidado al usar materiales flexibles ya que no todos los patrones lucen reales. 

Fondos naturales 

Nada puede compararse a los materiales naturales que existen en la naturaleza: la piedra, la madera, el metal, el mármol...poseen una cualidad y una textura incomparables. La desventaja de estos materiales es que no son fáciles de conseguir, suelen ser pesados, difíciles de transportar y guardar, sin mencionar que pueden ser muy costosos. Los de madera deben desinfectarse bien si son recuperados ya que pueden contener insectos y plagas. 

Las bandejas de horno quemadas y gastadas también son un buen ejemplo de fondo con textura e historia, así como las tablas de cortar, sobre todo para fotografiar objetos/alimentos pequeños (si desean utilizarse como fondo).

Fondos impresos

Los fondos impresos, en particular los de vinil, son los que mas utilizo y son los que ofrezco en mi tienda online Backsico, al ser impresos la variedad es prácticamente infinita, se trata de impresiones fotográficas que representan casi cualquier material o superficie imaginable: desde maderas que pueden ser delicadas o rústicas, frisos, metales oxidados o no, tela o piedras como el onyx o el mármol (es mi favorito de todos). 

Algunos fondos impresos en vinil

Fruits, Photo by Kaboompics .com from Pexels

Los fondos impresos tienen la ventaja de ser muy útiles, pueden montarse sobre una lamina de algún material más duro para darles rigidez o utilizarlos enrollables para guardarlos y transportarlos más fácilmente. Son ligeros, lavables, impermeables y de variedad infinita, hoy por hoy son los que más utilizo en mis fotografías y me encanta lo práctico que resultan. 

Dónde conseguir fondos para tus fotos