Cuando se trata de ofrecer algún presente a la gente que realmente me importa, hago un esfuerzo por hacer lo mejor que puedo dentro de mis limitaciones. Y aunque la crisis ha pegado más duro este año me propuse no hacerle caso y decidí hacer la mejor torta negra que pudiera realizar.
Esta receta no es la de mi mamá, ni la de mi suegra, ni la de la abuelita. Es la receta que publicó el New York Times en 2007 y de la que quedé enamorada desde que la preparé por primera vez.
Ingredientes como almendras, currants (grosellas), cerezas, licor marrasquino, amargo de angostura (¡¡a 13 mil bolos la botellita!!!) y ron de buena calidad se combinan aquí para producir una torta negra de lujo ¿qué resulta costosa? ¡Por su puesto que es costosa! ¿vale la pena? ¡claro! solo si amas la torta negra y eres capaz de reconocer la calidad en un producto como este.
Desde entonces la preparo siempre en diciembre y la regalo a un grupo cada vez más exclusivo de mis allegados: ¿qué no te gustan las pasitas? ¡fuera de la lista! ¿que si las almendras te hacen daño? lo lamento, para ti no habrá torta este año ¿que no te gustan las tortas con mucho alcohol? ¡despedido!
Te quiero mucho, pero debes entender que esta torta es solo para aquellos que ADORAN la torta negra, no para los que no les gusta ni para los ni ni (ni me gusta ni me disgusta). Seguro conseguiré otra cosa deliciosa que regalarte, pero no mi torta negra de lujo, lamentablemente (para ti).
Sé que este no es momento de regañar a nadie y muchos menos a pocos días de Navidad, pero es que me pongo sensible cuando recuerdo cómo las personas escarban y tiran a la basura algunos ingredientes que son un verdadero lujo tanto en tortas, panetonnes, hallacas o pan de jamón. Lo menos que uno espera es que la gente tenga la educación suficiente como para agradecer el gesto y comérselo todo aunque no le guste (o tirarlo a la basura en su casa cuando nadie lo vea).
Y es que aprendí por experiencia que aunque te mates preparando con un año de antelación las frutas y tengas que vender un riñón para comprar los ingredientes que son, no a todos les parecerá gran cosa y no podrán apreciar el cariño y el esfuerzo (y la inversión monetaria) que uno ha puesto en una cosa como esta.
Es como el año en que terminé la maestría en panadería: llevé orgullosa a la oficina un pan de jamón tan lleno de pasas, jamón y aceitunas que parecía un pan con esteroides, solo para presenciar un segundo después de repartirlo cómo uno de mis compañeros escarbaba todas las pasas y aceitunas y las tiraba a la basura una tras otra: "es que las odio, no me gustan para nada" ¿y para qué tomaste un trozo de mi pan en primer lugar? ¡mejor te comías un cachito y ya!
Pero esta es época de compartir y de ser generosos, de agradecer por las cosas buenas que nos han ocurrido en el año y de planificar nuestro futuro, así que dejemos el reconcomio y vayamos a lo importante.
Esta receta alcanza para realizar 3 tortas de 24 cm o 4 tortas de 20 cm. Adicionalmente se pueden hacer de forma individual, colocarlas sobre un platito de cerámica hermoso como el de la foto (de Cerámicas Mikú) y envolverlas en celofán, así quedan listas para regalar a los afortunados amantes de la torta negra.
The Luxury Black Cake
(Torta negra de lujo)
Esta receta ha sido revisada, mejorada e incluida en mi tercer E-Book: "Panes y Postres de Navidad Para Hacer en Casa". Puedes adquirirlo AQUÍ a un módico precio.
(Torta negra de lujo)
Esta receta ha sido revisada, mejorada e incluida en mi tercer E-Book: "Panes y Postres de Navidad Para Hacer en Casa". Puedes adquirirlo AQUÍ a un módico precio.
Nota: En vez de utilizar todas las frutas añejadas del año anterior, suelo utilizar la mitad y combinarlas con un nuevo macerado (de dos días) para preparar las tortas. El frasco con las frutas añejadas lo completo con parte del nuevo macerado, de esa forma siempre mantengo el frasco lleno y combino el sabor homogéneo de las frutas añejadas con el sabor fresco e individual de cada fruta presente en el nuevo macerado.
Y recuerda ser agradecid@ con quienes te ofrecen algo de su comida. Si te la han ofrecido es porque eres importante para ellos, y nunca ¡nunca! tires a la basura las frutillas, las pasitas o las aceitunas en su presencia, es una verdadera falta de respeto para quien ha sido generoso contigo.
Y recuerda ser agradecid@ con quienes te ofrecen algo de su comida. Si te la han ofrecido es porque eres importante para ellos, y nunca ¡nunca! tires a la basura las frutillas, las pasitas o las aceitunas en su presencia, es una verdadera falta de respeto para quien ha sido generoso contigo.
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jajajaja Maru, qué cómica la anécdota de la oficina! Suele suceder
ResponderEliminarSi Ana, así mismo es la gente. Ya te imaginarás si esta persona volvió a probar en su vida uno de mis panes con "esteroides"
Eliminar:)
Excelente, como siempre! Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo, un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarHilmar!
EliminarQué bueno recibirte por aquí, una Feliz Navidad y mucho éxito para ti también!!
Un abrazo!
Estoy de acuerdo contigo, mucha gente no aprecia ni respeta q compartas con ellos algo q hiciste con tus manos. Esto me ha enseñado a ser selectiva para compartir lo q cocino.
ResponderEliminarEn estas cosas me he vuelto como el nazi de la sopa de la serie Seinfeld: "No more 'black cake' for you!" jajaja
EliminarMaruuuuu Feliz navidad para ti y para Juan! Se ve espectacular esta torta negra!! yo adoro la de mi mamá pero te aseguro que voy a hacer esta, me llama la atención la presencia del amargo de angostura, (por suerte aun tengo porque no creo comprarlo a 13.000!!!!!) ... dado que tengo unas frutas maceradas desde el año pasado, voy a hacerle la competencia a mi mamá con tu receta jejejejejeje ... para el 31 la voy a hacer y luego te comento ... un abrazo
ResponderEliminarFeliz año Maru!!!! quedamos fascinados con tu receta ... que humeda, que sabor ... wowww nos encantó realmente!!!!!!! ... ya dejé macerando las frutas para esta Navidad jejejejeje
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