Estos rugalach los hice ayer luego de probar uno en Le St. Tropez, hubicado en La Florida muy cerca de nuestra casa. Resultaron ser una agradable sorpresa después de contemplar su modesta apariencia y reducido tamaño. Eran como una especie de masitas de aspecto claro y liso pero con forma de mini cruasán y con un relleno de sabor diferente que nos retaba a descubrir con cada bocado de qué estaban hechos. Tenían un sabor dulce y especiado con aroma a cítricos y una textura suave (por la fruta) y a la vez crocante (pistachos o nueces quizás). Una verdadera delicia que la gente tiende a ignorar en el establecimiento a pesar de que están a la vista de todos.
En Internet conseguí que los rugalach (o rugelach o rugalah) son unas especies de galletitas rellenas de origen judío que suelen servirse después de las comidas, existen infinidad de recetas en la web, la mayoría utiliza harina, mantequilla y queso crema para la masa y prácticamente cualquier relleno que se les pueda ocurrir, pero ninguna contenía los ingredientes que yo pensé que tenían los que probé en la pastelería.
Esta es mi versión de los rugalach, quedaron deliciosos aunque la masa quedó algo mas quebradiza de lo que hubiera deseado; sin embargo, el relleno suave y dulce hecho de dátiles, especias, limón y agua de rosas produjeron un verdadero placer en el paladar. Lo mejor de la receta es que no lleva azúcar: los dátiles hacen todo el trabajo :-)
Rugalach de dátiles
Para la masa:
1 taza de harina todo uso
1/2 barra de mantequilla fria cortada en dados pequeños
4 cucharas de queso crema frio
1 pizca de sal
Para el relleno:
2 taza de dátiles sin semilla
1 taza de maní sin sal (se puede usar almendras, avellanas, pistachos o nueces)
1 cda. de ralladura de limón (o de naranja)
1 cda. de canela en polvo
1/2 de cdta. de clavo en polvo
4 cdas. de agua de rosas
el jugo de 1 limón
1. Mezclar en un bol la harina con la sal, agregar la mantequilla en trozos y mezclar con la punta de los dedos hasta que adquiera una consistencia de queso rallado. Agregar el queso crema y amasar suavemente hasta integrarlo a la masa. Cubrir con plástico y refrigerar al menos 1 hora.
2. Pelar los dátiles, picar finamente con cuchillo o picatodo los datiles y el maní hasta hacer una pasta. Agregar la canela, el clavo, la ralladura y el jugo de limón y el agua de rosas. Mezclar hasta integrar todos los ingredientes.
3. Separar la masa en cuatro partes, cubrir con plástico 3 de ellas y mantenerlas refrigeradas (esta masa hay que trabajarla bien fría para que no torne pegajosa)
4. Colocar una porción de masa entre dos hojas de papel encerado, con un rodillo estirar la masa hasta llevarla a un espesor de 5 mm aproximadamente.
5. Cortar la masa en triangulos y colocar en el extremo mas ancho una porción de relleno en forma cilindrica, enrollar la masa desde el extrmo mas ancho hacia el mas delgado y darle forma de cruasán curvando los extremos hacia el centro.
6. Colocar en una bandeja de horno forrada con papel encerado y hornear a 180 grados cetígrados por 30 minutos o hasta que estén firmes al tacto y ligeramente dorados.
7. Dejar enfriar sobre una rejilla. se pueden almacenar en un recipiente hermético por 2 semanas.
Da para 12 rugalach aprox.
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